viernes, 20 de marzo de 2015

CRONICA VIGILANTE 27

Crónica vigilante artístico
¡Que hay puente! Se han venido todos al Sofía, que gentío.
Otra vez en la 207 de nuevo, la cogeré cariño creo que es la sala donde más veces he vigilado
Hasta la hermana de Dalí me parece más guapa.
Primer grupo de niños pequeños, la guía pregunta si han estado en Barcelona, ninguno….vuelve a preguntar si han estado en París, más de media clase levanta la mano (el Disneyland Paris debe estar causando furor). No se pueden hacer fotos a menores pero el grupo tenía un pedazo foto, todos mirando a la hermana de Dalí menos uno al fondo mirando al contrario, si señor un rebelde. A la salida uno de ellos me dice “Adiós policía” (cara de “uy lo que me ha dicho” durante un rato).
Enseguida han empezado a venir más grupos de niños, japoneses, adolescentes etc. y grandes atascos y yo de los nervios. ¿De dónde saldrá tanto crio francés?)
Los críos no son los malos son los guías y los maestros que no los vigilan, están muy ocupados haciéndoles fotos para los padres supongo. Un guiri hace una foto a un grupo de niños y le digo que esta prohibido hacer fotos a menores, el tío la borra delante de mí lo ha entendido. Consultada la jefa de sala me ha dicho que he actuado correctamente (una medalla pa mi).
Pero si fuera por los maestros las fotos de los niños a saber dónde estarían circulando. Un cero a los maestros, lo siento
Una señora mayor hace foto con flash, la aviso y la pobre señora cortada porque no sabe quitarlo, me da el móvil y lo desactivo, muy agradecida y educada, acabamos hablando del cuadro de Un mundo y la cuento que lo hizo a los 18 años, se va con la firme intención que su hijo se la busque en internet (otra medalla pa mi).
Un guía alemana que parecía Goebbels pero no por ser alemana si no por lo berridos que metía. Estaba la sala medio vacía la he dejado con el volumen alto.
Os dejo fotos con detalles de Un Mundo de Ángeles Santos, la bañista de culo y la escultura del hijo de Joan Rebull y una exclusiva, el lugar donde sale la monja fantasma, de día no debe trabajar, y una fotografía de arte social llamada “Que venga el relevo que me piro”