lunes, 4 de mayo de 2015

CRONICA VIGILANTE 58

Nouvel 1 sala 5
Otra vez una película al lado de la silla, tres veces me chupado La batalla de Argel, además la sala poco tenía que vigilar, si acaso 100 fotos de finales de fotonovela con beso y una plancha con pies en el suelo que al no estar en mitad de la sala afortunadamente nadie pisa. Por lo demás un muermo de mañana lo cual a veces es bueno.
Eugenia Balcells. Fin (1978/2010) es una instalación compuesta por cien fotografías en blanco y negro provenientes de otros tantos ejemplares distintos de fotonovela. En esta obra, Eugenia Balcells quiso mostrar lo que definía como el «terreno abonado de las frustraciones, particularmente en el mundo de la mujer de clase popular manipulada». La obra se inserta dentro del interés de las artistas feministas de la década de los setenta por articular una crítica a las formas de representación de la mujer en la historia del arte y en los medios de comunicación. La fotonovela interesa a la artista en cuanto producto de la sociedad de masas que, dirigido a un público mayoritariamente femenino, promueve estereotipos de comportamiento de género y un modelo hegemónico normalizado de relación de pareja. Las imágenes, correspondientes a las últimas escenas de cada fotonovela, están formadas en su mayor parte por la imagen del beso de la pareja protagonista y un texto breve que refleja un pensamiento simple y común de expresión de felicidad absoluta. La yuxtaposición de estas imágenes origina paralelismos y contrastes que dotan de nuevos significados a los materiales preexistentes, mientras el conjunto denuncia la sutil imposición de un modelo social dominante y conservador asociado al concepto de pareja tradicional y a la celebración de la relación amorosa como experiencia de posesión y anulación del yo. Pedazo chapa 1
Sanja Ivekovic . Estructura 1976-2011
Marta Rosler. Ella ve en sí misma una mujer nueva cada día 1976. En las doce fotos del suelo, la artista nos muestra una extraña mirada sobre sí misma, sus pies vistos desde arriba calzando diferentes zapatos, en busca de un juego de distancia y cercanía con el espectador. Rosler aborda, de este modo, los controles sociales establecidos sobre las mujeres, tanto en la esfera pública como privada e ironiza sobre los sistemas narrativos del documental autobiográfico, para realizar una crítica política. Del mismo modo, plantea un nuevo espacio escultórico, transitable tanto a nivel físico como emocional. Pedazo chapa 2