domingo, 20 de abril de 2014

PRESENTACIÓN ROCK SINFONICO Y HARD ROCK



Mi primer tocadiscos fue una especie de maleta, la parte de arriba al abrirse eran los bafles y la parte de abajo el plato. Ahora sonaría como una como una patata pero para mis oídos era miel. De macarra chungo empezó una evolución con  el contacto de  las realidades sociales, eran los últimos años del franquismo, el descubrimiento de los porros (septiembre del 73) y la venida del rock sinfónico, ahora progresivo, y el hard rock, ahora heavy metal. No éramos hippies, como ser hippie entre macarras, chabolas y barro. Nos montamos fiestas en las casas cuando los padres se piraban. Música, porros y sueños ingenuos.
Del amor platónico al sexo y del sexo a comerme una rosca. Solo había dos en mi peña que ligaban, menos “intelectuales” y los más afortunados ligando. El saber no da la felicidad, echarle morro si, una de mis primeras lecciones vitales.
Primeras pelis porno de 8 mm, grises manís y saltos, muerte de Paco, amnistía y libertad...y los cantautores pero dejemos a estos para más tarde. Empecemos por el rock sinfónico ideal para acompañarlo con porros, cerveza o moscatel (no lo hagáis nunca es mortal) u grifa u kiffi que pillábamos en el banderín de enganche de la Legión en el cuartel de Daoiz y Velarde en Pacifico. Que suenen los teclados y las guitarras.